Este curioso espacio es uno de los dos únicos ejemplos de galería comercial cubierta existentes en España, junto con el Pasaje de Lodares en Albacete. Surgen en el París decimonónico de la Revolución Industrial, y son concebidos como pasadizos comerciales cubiertos que comunican calles concurridas. El Pasaje Gutiérrez, que data de 1886, consta de dos tramos, enlazados por una plazoleta central presidida por una copia de la escultura renacentista de Mercurio, obra de Juan de Bolonia, como representación del comercio. La rica decoración pictórica y escultórica, con alegorías de las estaciones y el comercio, crea un ambiente de elegante zona comercial destinada a la alta y media burguesía vallisoletana, permitiendo buscar una nueva forma de comercio de calidad que le pueda ofrecer los productos que llegan desde Europa. Hoy es una interesante zona de cafés.